El hecho sucedió en instancias en que varios países hacían esfuerzos por retener los aparatos médicos disponibles dentro de sus fronteras, en los meses de marzo y abril de 2020, cuando la pandemia ya estaba declarada en el país. No hay detalles de las características específicas de estos equipos; si son invasivos o no. Como comparacion, en diciembre de 2019 Chile exportó 20 de estos ventiladores.
Entre marzo y abril de este año se exportaron al menos 13 ventiladores mecánicos desde Chile hacia el exterior. Así lo indican las bases de datos públicas del Servicio Nacional de Aduanas, que entrega una variedad de detalles de estas operaciones protagonizadas por privados, sin especificar si los equipos comercializados eran invasivos, no invasivos, nuevos o usados; y únicamente catalogados en la categoría de “ventiladores mecánicos”.
Todo esto en medio del debate que se ha venido dando en el país respecto de la cantidad de ventiladores disponibles en la red asistencial de salud, y si es que este número será suficiente para hacerle frente a la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19.
Hasta el cierre de esta edición, el Ministerio de Salud (Minsal) había informado que 2.025 ventiladores estaban siendo usados, mientras que todavía existía un saldo de 322 disponibles.
El tema también salpicó al presidente Sebastián Piñera, cuando en una entrevista con Chilevisión afirmó que el gobierno había comenzado a adquirir estos equipos en enero de 2020, más de un mes antes de que llegara el primer caso de coronavirus a Chile. Sin embargo, un artículo de INTERFERENCIA detectó que ni ese mes ni en febrero se habían producido órdenes de compra desde el poder central (ver Piñera aseguró que Chile se adelantó al mundo y compró ventiladores mecánicos en enero, pero el Minsal registra la adquisición solo de uno durante ese mes).
Dejar partir respiradores tiempo después de decretada la alerta sanitaria –que empezó a regir el 8 de febrero– parece un contrasentido en este momento que vive el país, sobre todo si las exportaciones se dieron entre marzo y abril, cuando las distintas autoridades chilenas ya habían expresado su preocupación por conseguir estos aparatos en el extranjero, luego de fallidos y sonados intentos; como lo fueron los 1.400 ventiladores comprados a destiempo o los 500 ventiladores donados por China que nunca existieron.
El mismo ministro Jaime Mañalich habló en reiteradas ocasiones de la “guerra de los ventiladores”, que se ha vivido en el mundo por conseguir y retener estos aparatos.
Algo que tiene varios episodios conocidos a nivel internacional, como el viernes 3 de abril de 2020, cuando la ministra de Relaciones Exteriores de España, Arantxa González Laya, informó que Turquía había retenido en el aeropuerto de Ankara un cargamento de respiradores mecánicos dirigido a España.
A pesar de que ese conflicto entre España y Turquía se solucionó, un problema similar ocurrió el pasado 17 de marzo entre Italia y República Checa, cuando la autoridad checa incautó cientos de miles de mascarillas y un número desconocido de ventiladores mecánicos. En compensación, el 23 de marzo la República Checa envió a Italia 110.000 mascarillas como donación.
Al final, conseguir este tipo de insumos médicos no es nada de fácil, según las propias palabras del ministro.
Las exportaciones
Según la información del Servicio Nacional de Aduanas, en marzo de 2020 se exportaron desde Chile con destino a Bolivia cinco ventiladores mecánicos, los cuales fueron transportados por vía terrestre en una carga avaluada en 62.545,73 dólares –poco más de 50 millones de pesos– en costo FOB, que implica que el valor del transporte y seguro es cubierto por el comprador, mientras que el vendedor sólo debe cumplir con la obligación de entregar la mercancía en el medio de transporte designado por el comprador.
En abril, una nueva carga por tierra partió desde Chile a Argentina con ocho ventiladores mecánicos, avaluados en 156.088 dólares –más de 125 millones de pesos– en costo FOB.
Nuestro medio también notó que en diciembre de 2019, mes en que se comenzaron a detectar los primeros de casos de Covid-19 en China, desde Chile partió una carga con 20 ventiladores con destino a Bolivia por vía terrestre, por un monto de 182.572 dólares –más de 147 millones de pesos– en costo FOB.
La información desagregada entregada por Aduanas no permite conocer la fecha exacta en que estos envíos fueron realizados ni tampoco especificar si los equipos comercializados eran invasivos, no invasivos, nuevos o usados; solo los clasifica como “ventiladores mecánicos”.
En conversación con INTERFERENCIA, una fuente conocedora del sistema de Aduanas indicó que “en una partida arancelaria pueden clasificarse todos los artículos que cumplan la descripción. En este caso, me parece que podrían incluirse los invasivos y los no invasivos, tales como cpap o similares”.
La misma fuente agregó que “otro aspecto con el que hay que tener cuidado es con los errores de clasificación. Alguien puede, por ejemplo, clasificar un ventilador mecánico en la partida que corresponde a los ventiladores para servidores, que técnicamente son mecánicos. Eso sería un error, sujeto a sanción. Pero habría que detectarlo primero”.
INTERFERENCIA se comunicó con la filial chilena de la multinacional Medtronic, uno de los proveedores que había vendido respiradores mecánicos en Mercado Público, para consultarle si es que había exportado equipos de estas características entre enero y abril pasado. Su respuesta no fue ni sí ni no, simplemente señalaron lo siguiente:
“En el contexto mundial que se está viviendo por el COVID19, Medtronic apoya a los líderes gubernamentales e instituciones de todo el mundo, incluida la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de EEUU. (FEMA), la Unión Europea, el G20 y la OMS, para liderar de manera ética y justa la asignación global de ventiladores y otros productos críticos para garantizar que estén disponibles dónde y cuándo se necesiten”.
En tanto, desde el Minsal declinaron hacer declaraciones a partir de la información publicada en este artículo, que se les fue compartida de manera íntegra.
Fuente: Interferencia