12 días cumple hoy Celestino Córdova en huelga de hambre, proceso que emprendió por quinta vez a partir del lunes 4 de mayo. A través de esta extrema medida de presión, el Machi exige a Gendarmería de Chile que se apegue a lo contenido en el Convenio 169 de la OIT, sobre las sanciones penales previstas en la legislación general y como estas deben adaptarse culturalmente a las y los integrantes de comunidades indígenas, enfrentados a procesos judiciales.
Además, la exigencia de ser excarcelado y trasladado hasta su comunidad para cumplir allí la pena, no solo hace referencia a que el Estado de Chile respete lo adscrito en 2008 en el convenio de la OIT. Desde la vocería del Machi Celestino Córdova, se han denunciado las paupérrimas medidas preventivas adoptadas por la cárcel de Temuco, las que se resumen, básicamente, en la suspensión de las visitas.
Sobre la salud de Celestino Córdova, su vocera, Cristina Romo, comentó "hoy está presentando un latido cardiaco reducido y muy débil, con apenas 43 pulsaciones por minuto, lo que es realmente grave. Pese a ello, Gendarmería no ha dado señales de preocupación, porque en una situación así, nosotros entendemos que se debiese comunicar a la familia por lo menos, pero eso lo supimos por lo que nos comentó él, no por Gendarmería".
La vocera señala que la responsabilidad por el estado de salud de la autoridad espiritual mapuche recae en Estado de Chile "porque tanto ellos como Gendarmería están al tanto de su situación." Agrega que hace unas semanas hubo una sesión zoom (plataforma digital) en el Congreso con el ministro de Justicia, Hernán Larraín, presente "y él tenía, al dedillo, conocimiento de la situación actual del Machi. Tenemos la certeza de que el gobierno tiene conocimiento de su situación de salud, por ende los responsabilizamos totalmente".
En 2018, el Machi Celestino Córdova extendió por más de 100 días una huelga de hambre liquida, exigiendo a Gendarmería poder salir por 48 horas a su comunidad, a cumplir con su deber espiritual como autoridad Mapuche, situación que le trajo serios problemas en su hígado, riñones, páncreas y corazón. La petición de Córdova, insisten desde su vocería, se habría encontrado contemplada en los artículos 9 y 10 del convenio 169 de la OIT, "pero el Estado chileno aún no se hace cargo de aplicarlos", enfatizó Romo.
Expresaron también, que la única posibilidad de contacto a la que han tenido acceso ha sido telefónico, puesto que además de la prohibición de visitas, Gendarmería castigó al Machi en febrero pasado, suspendiendo por tres meses el contacto de éste con su comunidad.
Denuncian asimismo, la desproporcionada medida que Gendarmería determinó la primera semana de marzo, luego de que este protestara al interior del penal temuquense. Desde la vocería explicaron que para el 27 de febrero pasado, tenían una actividad espiritual en favor de los Presos Políticos Mapuche de Temuco, pero les fue nuevamente negada.
Pese a que habían programado y solicitado el permiso con un mes de anticipación y que participarían comunidades de Pto. Montt, Osorno y Temuco, Gendarmería les comunicó un día antes que no permitirían dicha actividad religiosa-cultural. En respuesta a esta nueva violación a sus derechos, el Machi y otros presos se manifestaron al interior del penal temuquense.
Sobre dicha protesta, Romo explica: "que te digan a última hora que no te autorizan, genera molestia, sobre todo cuando sabes que eso te corresponde por derecho. Como protesta ante esta situación, el Machi con otro preso político ocuparon el gimnasio por dos horas más de lo permitido. Otra acción de protesta fue cambiarse de módulo, a través de la reja que separa a los condenados de los imputados, para poder socializar con los demás presos políticos Mapuche".
Aparte de negarle a Celestino Córdova la realización de actividades espirituales con su comunidad y el ingreso de otros Machis, representantes de la salud Mapuche, como parte de lo contenido en el Convenio 169, se le dejó de trasladar al hospital intercultural de Imperial, obstaculizando toda posibilidad de contacto del Machi con su culturalidad indígena.
Romo indica que hace más de un mes que no asiste a dicho centro intercultural, explican que se debería a la contingencia sanitaria, pero en su lugar tampoco han generado ninguna posibilidad de asistencia por parte de su comunidad. "Estableciendo todas las medidas sanitarias, Gendarmería podría facilitar la entrada de un Machi o por lo menos, que reciba una atención médica con pertenencia cultural, lo que está contenido en el Convenio 169. Hemos solicitado reiteradas veces poder entrar a verlo, para asistirlo en términos de la salud que nos corresponde y no hemos podido acceder a ello".
Fuente: Resumen