Para las 11 de la mañana del Viernes 8 de Mayo, estaba convocada una movilización pacífica desde tribunales, convocada por una agrupación de madres organizadas para exigir justicia en torno a la denuncia de desaparición de sus hijas desde la residencia Nido del Sename en la comuna de Hualpén, la misma que hace una semana atrás se hizo conocida por los horrorosos casos de abuso sexual propiciados por su directora en contra de niños y niñas a cambio de aportes y donaciones de colaboradores externos “donantes” de la institución.
Durante la misma mañana, el ministro de Justicia y derechos humanos, Hernán Larraín, visitaba la ciudad, para conocer in situ los antecedentes del caso, entre otros trámites vinculados a la crisis del Sename, visitó las dos residencias a dónde fueron los 23 niños que se encontraban en el recinto de Hualpén. [1]
En tribunales, la manifestación pacífica, sin mayor cobertura, desarrollada por un pequeño grupo compuesto de principalmente mujeres, se convocó para buscar apoyo y hacer visible hechos que tras el doloroso silencio de algunos años, hoy recién se están animando a denunciar.
Madres y amigas se apoyan unas a otras, se abrazan, lloran, se sostienen. Se están recién encontrando y liberando del miedo de estar solas. Conversamos con ellas durante la manifestación.
María Escobar (ME), sostiene uno de los cárteles, y es la primera en acercarse a conversar con La Zarzamora (LZ), comenta que es dirigente sindical y llegó hasta el centro de justicia junto a María Ávila, madre de una de las niñas desaparecidas, con quien tiene una relación cercana y que por sus habilidades sindicales, asegura, confió en ella para denunciar su caso. “María no tenía de nadie” dice.
M.E.: “María tiene 22 años, a ella cuando le quitaron a su hija todavía era menor de edad, nosotras seguíamos visitando en el hogar a la guagua pero de la noche a la mañana, el año pasado, nos dijeron que ya no podíamos seguir viéndola”.
Conversamos también con María Ávila (MA) que también llegó a manifestarse sosteniendo un cártel de cartulina con el nombre de su hija.
M.A.: “Para que mi hija aparezca porque no sé nada de ella, no sé dónde está, en el registro civil no aparece por su nombre y una como madre está muy angustiada, por eso hoy día me estoy manifestando acá y espero que pueda encontrar a mi hija, y que esto se haga viral para mucha que mucha gente nos ayude y nos apoye”.
L. Z: ¿Cómo es que ustedes van a ver a las niñas al hogar y no las encuentran?
M. A. “Dos años que yo no veo a mi hija, las niñas estaban en el hogar Nido Hualpén, la directora se llamaba Evelyn Oñate…” “…A mí me quitaron la visita de un día para otro, el motivo nunca supe el porqué, las veces que quería ir a hablar para saber cómo estaba mi hija no me habrían la puerta, llamaba por teléfono no me contestaban el teléfono, me amenazaban que si yo iba no me iban a dejar ver más a mi hija, la iban a dar en adopción, y eso fue lo que ella hacia siempre amenazaban que no íbamos a ver más a nuestros hijos, que los iban a mandar lejos y cosas así…”
L. Z: ¿Cómo se contactan para darse cuenta que esto estaba ocurriendo no solamente con sus hijas sino con las hijas de otras mujeres?
M.A.: “Porque esto se hizo viral, con fotos nuestras, de mi hija y de otra amiga, en Facebook y mucha gente se ha sumado, por la gente tampoco no tenía ni idea que sus hijos están desaparecidos, ahora con esto que salió a la luz hay más mujeres que se están sumando y ahora recién se están dando cuenta de que su hijos tampoco están acá en Chile, o están desaparecidos”.
L.Z: ¿Cómo ocurre la desaparición de las niñas?
M.E: De repente fuimos a visitar a la guagua y nos damos cuenta de que la guagua, al registro civil y no hay nada que exista con el nombre de Allison no hay antecedente alguno, lo único que hasta el momento tenemos, los antecedentes del consultorio, de donde se le hacían controles a la guagua, y ahí ella por ser mamá, no le entregan esos antecedentes, dijeron que solamente a la justicia, algún poder de tribunales, con orden de tribunales, le podían entregar la información de la niña, ya sea, el nombre completo, el rut, los controles, y nadie le quiere entregar información de la niña.
L.Z: ¿Se están asesorando con algún abogado /abogada?
M.E: “En este momento no tenemos abogado, necesitamos el apoyo de las autoridades de algún abogado que quiera interferir por estas madres que realmente necesiten recuperar a hijas. Gastón Saavedra que es diputado, nos ofreció su apoyo, y el senador Navarro, en estos momentos está tomando todos los antecedentes de las menores, a las cuales se les quitó a sus hijos, sin consentimiento alguno, y él nos ofreció todo su apoyo y nos ofreció un recurso de amparo. En estos momentos, lo que necesitamos es un abogado que nos apoye, que se haga cargo de esto, para poder recuperar a las dos niñas que en estos momentos están desaparecidas, sabemos también que hay otras menores involucradas, que también se les quitó a sus hijos, sin que ellas hayan ido a tribunales, jamás se les informó por tribunales que le iban a quitar a sus hijos. De la noche a la mañana les quitaron las visitas y no sabemos dónde están las guaguas en estos momentos”.
Mientras conversamos con ellas, divisamos a los transeúntes ajenos a la manifestación, María Escobar se acerca, les solicita unos minutos de su tiempo para contarles la historia que acabamos de compartir, tienen urgencia de ser escuchadas, están desesperadas.
Fuerzas especiales de carabineros de Chile, militares con armas de grueso calibre observan a corta distancia la pequeña concentración, se cruza un retén móvil, las manifestantes han conseguido silbatos para hacer un poco de ruido, mientras una tercera mamá se suma a la causa. Es joven. María Escobar sugiere que conversemos también con ella, mientras se dispone a pegar las fotos de su pequeño en una cartulina. A las dos niñas se suma un tercer caso de niño desaparecido.
“ A mí me quitaron a mi hijo por yo ser menor de edad, en ese tiempo yo era menor de edad, pero en ese tiempo yo tenía el apoyo del padre de mi hijo y ellos lo iban a ver, yo igual lo iba a ver siempre a mi hijo, ellos reclamaron al (niño), pero nunca le dieron respuesta, siempre inventaron cosas, excusas para entregar al niño y yo era menor de edad, yo no podía hacer nada, y nunca firmé nada tampoco para que me lo dieran en adopción. Hacen tres años que me dijeron ya que él se había ido en adopción, pero así de la nada, de la noche a la mañana, el desapareció y me dijeron que no podía verlo más, porque yo iba a verlo dos veces a la semana, estuve dos años yendo a ver.
En este caso escuchamos que habían mamás que estaban reclamando yo quise también adherirme a las demás mamás y hablar porque no quería hablar tampoco, ya me había dado por vencida por así decirlo, y ha pasado harto tiempo.
L. Z. ¿Qué es lo que espera que suceda en este caso?
Saber dónde está al menos, saber si está bien, o algo, y traer a mi hijo de vuelta conmigo. Eso.
Para este LUNES desde las 12 horas, están convocando nuevamente a la comunidad penquista a acompañarlas en esta lucha contra la impunidad.
Fuente: La Zarzamora