Renaico, la comuna más pequeña de la región de La Araucanía, en cuanto a superficie territorial (con tan solo 267 km²), continúa siendo blanco de proyectos energéticos. Ya se encuentran nueve parques eólicos aprobados por el Servicio de Evaluación Ambiental, y actualmente dos parques fotovoltaicos solares se hallan en proceso de obtener una Resolución de Calificación Ambiental favorable.
La problemática no reside en las Energías Renovables No Convencionales, sino la cantidad de proyectos que se concentran en un solo territorio, y el imperceptible beneficio que originan en pos de la comunidad (el precio del consumo eléctrico no disminuye, más bien, continúa en alza).
Anexo a los 294 aerogeneradores y 64.800 módulos fotovoltaicos que se pretenden instalar, se deben considerar las líneas de transmisión que estos involucran.
Lo anterior, además de las enormes plantaciones de monocultivo forestal y frutícola (que propician la sequía de napas de agua e incendios devastadores), un río -Renaico- deteriorado (con empresas como CMPC extrayendo cientos de litros de caudal por segundo y un -nefasto- proyecto hidroeléctrico aprobado) y rodeado de fabricas productoras de celulosa al este y el norte; emergen socialmente a la comuna de Renaico como una nueva ZONA DE SACRIFICIO.
Uno de los principales problemas, en cuanto a la legislación ambiental vigente y sus instituciones -que aprueban estos proyectos-, es que enfocan preponderantemente el impacto de forma individual, considerando muy poco la devastación generalizada que provoca el conjunto de intervenciones en un territorio reducido -y abundante en biodiversidad-. Además, es menester tener en cuenta que nuestro país no se encuentra en decadencia energética -por el contrario-, ya el año 2016, según el anuario estadístico de energía de la CNE y el Ministerio de Energía, era posible esgrimir que Chile produce entre 3 a 5 veces más energía con relación a demanda y capacidad instalada (https://bit.ly/3czh21J), y además, se proyecta como un país exportador de la misma (https://bit.ly/3atJ0dQ).
Entonces, ¿LA CONCENTRACIÓN DE TANTOS PROYECTOS ENERGÉTICOS EN ESTE TERRITORIO BENEFICIA REALMENTE A SU POBLACIÓN (más allá de un dinamismo económico local temporal y puestos de trabajos -que en el mejor de los casos- no superan dos años de estabilidad)?
Absolutamente NO; las grandes empresas (y principalmente las transnacionales) se enriquecen a costa del entorno, destruyen ecosistemas y son, la mayoría de los/as renaiquinos/as quienes deben -y deberán- pagar y sobrellevar los efectos colaterales aparejados.
TABLA RESUMEN DE PROYECTOS ENERGÉTICOS EN RENAICO