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Con represión de Carabineros a asistentes terminó el funeral de Mauricio Fredes


Los uniformados esperaron afuera del recinto durante toda la ceremonia.


Para alrededor de las 9:00 horas de este martes estaba programado el funeral de Mauricio Fredes, el manifestante que resultó muerto luego de caer en una fosa y ahogarse el pasado viernes por la noche en las cercanías de Plaza Dignidad, esto mientras huía de la represión de Carabineros.


El hecho tuvo repercusiones: muchas personas se acercaron al lugar de su muerte y levantaron una animita en su recuerdo. Lo mismo ocurrió con el velorio y el funeral, ambos fueron altamente concurridos, no solo por familiares y amigos de Mauricio, sino que por personas que sin conocerlo previamente, quisieron despedirlo.


La tarde de este lunes se supo que el cortejo fúnebre pasaría por la Plaza de la Dignidad y que vendría desde su casa en la comuna de La Pintana, para terminar en el cementerio Parque El Prado, en La Florida. Uno de los asistentes, Jonathan Ríos, relató que al llegar al lugar, desde la administración negaron que el funeral de Mauricio fuera ahí, «que no estaba en la lista, es decir, fue evidente que había una orden desde la gerencia de que no se reuniera gente».


«Cuando empezaron a llegar las personas, a eso de las 9:30 horas, llegaron los pacos, tres furgones de Fuerzas Especiales. La gente comenzó a echarlos, ante lo cual la administración del cementerio decidió pedirles que se mantuvieran fuera del lugar», añade Ríos.


Según Jonathan, el funeral fue «bien emotivo». Llegaron cerca de 800 personas a despedir a Mauricio Fredes, quien era trabajador de la construcción, por lo que dirigentes del gremio y muchos de sus colegas se encontraban presentes en el lugar, quienes «pidieron que se hiciera un minuto de silencio en todas las faenas del país» el día de hoy.


Luego se dio paso a que tanto familiares como vecinos y compañeros de Mauricio hablaran y dieran palabras que despidieran a su amigo. El escudo con que participaba de la Primera Línea fue puesto sobre su ataúd, así como también flores y recuerdos.


Una vez terminada la ceremonia, los funcionarios de Carabineros -quienes se quedaron a las afueras del recinto durante todo el tiempo que duró el funeral- comenzaron a atacar a los asistentes con bombas lacrimógenas y gas pimienta directamente a las caras, sin previa provocación.


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