Como una burla de una empresa que actúa de manera prepotente hacia sus vecinos fue considerada la negativa de CMPC a reconocer que el olor a gas del domingo, provino de la planta celulosa. La norma que regula los gases denominados TRS que genera la elaboración de celulosa y que entró en vigencia en el año 2000, descansa entre las autoridades y la voluntad de la empresa en querer acatarla.
Que CMPC haya atribuido el olor a una quema de pastizales en los alrededores de la planta y no haya reconocido que salió desde sus instalaciones, es la gota que rebalsó el vaso en un episodio medioambiental que se extiende por 3 décadas. Una vez conocida la respuesta de la planta Laja a este olor a gas que se sintió incluso en sectores rurales bastante apartados, los vecinos repudiaron la postura de la empresa privada.
Para la próxima semana se organizará una marcha o actividad cultural para protestar por estos episodios, que según los vecinos de Laja y San Rosendo, han ido en aumento durante el último tiempo.