La Compañía Manufacturera de Papeles de Chile (CMPC) admitió que existió una colusión con la empresa Kimberly Clark para subir los precios de los pañales de las marcas Babysec y Huggies.
Conforme a lo publicado por diario La Tercera, fue la propia CMPC la que se autodelató como miembro de dicha estrategia mediante un documento ingresado a la Fiscalía Nacional Económica (FNE), buscando así una delación compensada con el fin de reducir las multas que obtendría por la colusión del papel higiénico (tissue).
“Acuerdos de alzas de precios, intercambios de información de alzas de precios, coordinación de actividades promocionales y acuerdos de posicionamientos relativos de precios que habrían afectado al negocio tissue y que se habrían alcanzado en relación con acuerdos que afectaron al negocio sanitario”, señala el texto elaborado por el fiscal de CMPC, Rafael Cox.
A lo anterior, se añade que esos acuerdos “se habrían alcanzado principalmente en relación a pañales de bebé, pero habrían involucrado también a otros productos del negocio sanitario”.
A diferencia de lo ocurrido con el tissue, en lo de los pañales no existen denuncias. Los casos de colusión prescriben en un plazo de 5 años y el pacto entre los ejecutivos de ambas compañías se habría producido entre 2002 y 2009.
Operaciones
Cafeterías y salones de distintos hoteles ubicados en Santiago fueron los centros neurálgicos de las reuniones entre la papelera y Kimberly Clark. Una de las citas más concluyentes ocurrió en el restaurant del ex Hotel Carrera en 2002.
Los presentes en esas citas -de acuerdo al testimonio de CMPC en su autodenuncia- “habrían sido el exgerente general de Kimberly Clark Chile, Gonzalo Eguiguren, y el entonces gerente general de CMPC Tissue para Chile, Eduardo Serrano“, detalló La Tercera.
“En ese almuerzo se habría acordado mantener conversaciones para competir ‘sin destruir los niveles de precio’”, subraya el documento.
Sebastián Buzeta y Carolina Valdivieso por Kimberly Clark; y Cristián Rubio y Felipe Alamos de CMPC también habrían sido parte de reuniones y conversaciones telefónicas en las que se diseñó la estrategia de negocio que buscaba mitigar la “guerra de precios” entre ambas firmas.
Rafael Schmidt y Tomás Izcue serían otros de los ejecutivos claves en este caso: se reunían en cafeterías del Parque Arauco o Alto Las Condes para delinear acuerdos.
De acuerdo al documento presentado por CMPC, las reuniones y acuerdos entre ambas partes habrían terminado con la salida de Gonzalo Eguiguren de la gerencia general de Kimberly Clark en 2009.