En Chile la tortura no está tipificada como delito en el código penal, recién hoy se discute en el Congreso un proyecto de ley que fue ingresado el 2015 para ponerse al día con los Convenios y Tratados internacionales a los cuales el Estado de Chile ha adscrito. De este modo fue recién en noviembre del año pasado que la Cámara de Diputados -en su primer trámite legislativo- aprobó el proyecto pasando a su segundo trámite legislativo en el Senado. Actualmente el proyecto cuenta con “urgencia suma” y el pasado 30 de agosto la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado finalizó la discusión en general y particular.
En Chile, hasta hoy, solo se tipifica la figura de “apremios ilegítimos”, con penas muy bajas y muy por debajo de la exigencia y norma internacional, a lo que se agrega a que muchos de estos casos son revisados por la Justicia Militar, contrario a la norma internacional. Es así como diversos casos documentados de prácticas de tortura por parte de las policías chilenas -uniformada y civil- han estado reuniéndose por diversas organizaciones de Derechos Humanos y particularmente por el INDH, constatando que esta es una práctica muy lejos de ser “hechos aislados”, sino más bien, una constante en las prácticas policiales. Así también lo ha documentado el Departamento de DDHH del Colegio de Médicos de Chile, a cargo del doctor Enrique Morales, constatando ya más de 100 casos en los últimos 5 años. Entre los casos se registran casos de tortura y abusos policiales como una práctica “habitual, extendida y sistemática”.
Durante su visita al país el año pasado, el relator especial de las Naciones Unidas (ONU) sobre la libertad de reunión pacífica y asociación, Maina Kiai, criticó duramente al Estado de Chile por la persistencia de lo que consideró “vestigios de la dictadura” y por el excesivo uso de la violencia por parte de las fuerzas policiales en las manifestaciones sociales.
A esto se suma la llegada del Sub-comité para la Prevención de la Tortura del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, organismo fiscalizador del Comité Contra la Tortura de la ONU (CAT en inglés) en abril pasado, comité que pasa examen a Chile en materia de Derechos Humanos en donde se constató que, tras 8 años de su pasada visita, el avance en materia de estándar internacional de DDHH, Chile poco y nada ha avanzado.
Bolsas en la cabeza, asfixia, golpes constante mientras se está detenido y esposado, hasta abusos de carácter sexual con obligaciones a desnudarse y a realizar actos de connotación sexual, han sido parte de prácticas sistemáticas y que han sido parte de los casos documentados.
Entre los casos documentados está el de dos estudiantes de la UTEM, Germán Urrutia y Cristóbal Miranda, quienes fueron detenidos el 18 de junio del 2015, subidos a un bus de FFEE en donde fueron brutalmente golpeados iniciando así una noche de sesiones de torturas y constantes amenazas, (revisa informe del Colegio de Médicos de Chile).
Abuso y tortura en Wallmapu
A esto se suman lo que se denuncia como una práctica constante en contra de comunidades mapuche, en donde se han registrado una serie de casos. Destacan entre ellos lo ocurrido con la Comunidad huilliche del Kuifi Lofmapu Puhuautro, en la localidad de San Juan de La Costa, Región de Los Lagos (X), en abril pasado, durante un irregular procedimiento policial, se sumó la brutalidad y hasta abusos sexuales al interior del bus, hechos que fueron posteriormente documentados y denunciados en una querella.
En junio de este año se conoció el caso del werkén de la Comunidad autónoma de Temucuicui, Víctor Queipul, quien en medio de un procedimiento policial y allanamiento a su comunidad fue secuestrado por un grupo de civiles quienes lo subieron a una camioneta para golpearlo y amenazarlo para dejarlo luego abandonado a varios kilómetros de su comunidad cercano a la comisaría de Traiguén.
A esto se suma las denuncias internacionales por la brutalidad y abuso policial en contra de la Infancia Mapuche, práctica sistemática que ha incluido hechos graves como: colgar desde un helicópteros a niños, tortura y abusos de connotación sexual, sumados a una militarización constante.
Abuso policial y tortura: El amplio registro de brutalidad en contra de estudiantes y Movimientos Sociales
Quizás por su masividad y constancia, las marchas estudiantiles han sido sistemáticamente reprimidas y es donde más casos de abuso policial y tortura se registran.
Y es que la compleja fiscalización y las bajas penas efectivas del delito de tortura ha hecho que la tortura se asuma como una práctica dentro de carabineros. En Chile, el INDH es la única institución autorizada para fiscalizar en terreno los procedimientos policiales y el respeto de los DDHH, sin embargo dicha fiscalización se ha visto constantemente dificultada por la institución y amparada por las propias autoridades políticas, negando en algunos casos el cumplimiento de la Ley. A esto se suma una invisibilización por parte de los medios de comunicación tradicionales y de masa, lo que hace que estas prácticas se mantengan y queden en la impunidad.
Recientemente, 10 carabineros fueron dados de baja y procesados por su participación en actos delictuales, amenazas y torturas, ante lo cual el jefe de la Zona Metropolitana Oeste de Carabineros, general Rodney Weber, declaró que esto era un hecho aislado, sin embargo, hay una serie de registros de que Carabineros han participado en hechos delictuales, donde la práctica de tortura es habitual, y es que los casos registrados son constantes, muchos de ellos documentados por Observadores de DDHH y medios independientes.