La presidenta Michelle Bachelet pronunció un discurso para todo el país, con el objetivo de explicar los fundamentos del proyecto de reforma educacional que el gobierno presentará este lunes en el Congreso. La cuestionada iniciativa tendrá que ser discutida en el Parlamento, y reafirma que las autoridades no quieren erradicar el mercado educativo, sino que realizar algunos ajustes y pequeños cambios, para mantener todo igual.
“Se consagra y refuerza el carácter mixto de nuestra educación superior”, aseguró Bachelet al referirse al proyecto, ratificando que la privatización seguirá existiendo y que no hay intenciones de acabar con el mercado educativo, por lo menos no por parte de las autoridades.
Según la mandataria, los pilares del proyecto de reforma están centrados en el carácter mixto de la educación superior, es decir, basado en instituciones estatales y privadas; en una nueva institucionalidad, creándose una Subsecretaria y Superintendencia; se establece acreditación obligatoria y se crea nuevo marco de cualificaciones para obtener títulos profesionales; y se propone un marco de financiamiento público.
Bachelet no se refirió en ningún momento a la demanda de educación gratuita universal que levanta el movimiento estudiantil, sino que planteó generalidades para justificar que el gobierno no cumplirá con sus falsas promesas. “La educación no es un bien de consumo que se puede administrar”; “hemos escuchado a todos los sectores involucrados en esto”; “mientras avanzamos a la gratuidad universal, seguimos con apoyos y beneficios estudiantiles”; “mejor acceso”; “repensar la PSU”, fueron algunas de las expresiones que le sirvieron como pretexto a la mandataria.
La movilización estudiantil se encuentra en un punto de inflexión, entre el bando anti-estudiantil, que quiere preservar la educación de mercado y hundir a los estudiantes, y quienes luchan por una educación gratuita para todos, sin subsidio a las instituciones privadas.
El gobierno continúa con su contraofensiva, mientras que las dirigencias de la Confech siguen confiando en la vía parlamentaria, buscando “incidir” en la reforma, en vez de plantarse contra esta por no representar en lo absoluto al movimiento estudiantil y sus demandas. Están llevando a los estudiantes a un callejón sin salida, por lo que la auto-organización de base es fundamental para contrarrestar cualquier jugada burocrática de los dirigentes, y seguir fortaleciendo al movimiento; mediante los paros nacionales, movilizaciones, tomas y diversas actividades.
Este próximo martes 5 de julio se desarrollará una nueva movilización, donde el movimiento podrá demostrar su fuerza a nivel nacional, y salir con toda su potencia a frenar el proyecto de reforma. No hay nada que perder.