Renaico comuna sufre problemáticas medioambientales que nuestros vecinos desconocen y de las cuales no se posee información, tal es el caso del río Renaico que con el pasar de los años se ha visto sobreexplotado y deteriorado, aun considerando la importancia de este recurso hídrico para nosotros como renaiquinos -demandando un análisis aún más profundo- este no es el tema en el que me quiero centrar sino en un hecho igual de grave que para muchos no es visible.
En Renaico existen diversas agropecuarias y reservas agrícolas -todas ubicadas en sus alrededores- que si bien generan empleos esporádicos en épocas de verano el daño que provocan al medioambiente es potente pues necesitan mantenerse limpias de plagas y fértiles en su producción, es en este punto en el cual me centraré, en el cómo estas producciones son mantenidas. No es desconocido que para la explotación de estas reservas -principalmente frutícolas- sea necesaria la utilización de fertilizantes y plaguicidas y que estos mismos son quienes generan graves daños a la salud pública, debemos tomar conciencia que esta es una situación inconcebible y que lo anterior no solo sucede en nuestra comuna sino que en diversas partes del mundo. Estos químicos son depositados sobre los terrenos explotados por macroagricultores -exportadores- afectando a la comunidad en general. Si hacemos un resumen y aterrizamos un poco más las ideas estos sistemas de fertilización producen graves daños a la población; infecciones, intoxicaciones y reacciones alérgicas, y como consecuencia de estas irritaciones a la piel -quemaduras-, en tanto, si el contacto es a través de las mucosas corporales nos podemos encontrar con conjuntivitis, rinitis, laringitis, bronquitis, esofagitis y gastritis pero también podemos localizar intoxicaciones crónicas, agudas e incluso la ramificaciones de cáncer producto de la utilización de los químicos mencionados.
Los principales afectados son aquellos trabajadores -remunerados con sueldos bajos en proporción a la labor que desempeñan- que están expuestos a estos químicos en épocas de verano donde se requiere mayor mano de obra para cosechas -de arándanos, cerezas, manzanas y otros-, y también los vecinos de comunas y sectores aledaños a estos asentamientos. La preocupación en nuestra comuna por este tema es poco visible pues ningún tipo de autoridad lo ha tratado, no se han realizado catastros de enfermedades y mucho menos se han realizado consultas ciudadanas. Debemos tomar conciencia y gestar acciones sobre estas situaciones que llevan años afectándonos y acarreando muchas veces a la muerte a nuestros familiares y vecinos.